Artículo de opinión publicado en el Diari de Terrassa
A primera hora de la mañana siguiente al último Pleno municipal, el perfil oficial de twitter del ayuntamiento de Terrassa anunciaba que el ayuntamiento había hecho una rueda de prensa para valorar el último Pleno… Alguien se dio cuenta y corrigieron el bochorno, ya que la rueda de prensa era del equipo de gobierno (PSC+CiU) y no del ayuntamiento (políticamente todos los partidos con representación). A pesar de que han pasado más de seis meses desde que el PSC perdió la mayoría para gobernar, hay un inconsciente colectivo que sigue asociando PSC con ayuntamiento, de la misma manera que algunos asocian nacionalismo con Cataluña. Lo peor de esa querencia mental es que el alcalde y sus concejales también se lo creen y pretenden gobernar llevando la contraria a los ciudadanos de Terrassa, los cuales expresaron de forma meridiana que en nuestra ciudad quien gobierne tendrá que hacerlo contando con la oposición.
“Y en eso llegó Fidel”, o sea, una oposición que defiende una alternativa legítima a treinta y siete años de gestión socialista en Terrassa. Prueba de que el PSC no es consciente de los cambios en la sociedad egarense es que intentó colar una propuesta de compra de autobuses con una simpleza sonrojante. Quince vehículos de los cuales seis de tecnología híbrida de baterías. Una solución tecnológica menos contaminante pero muy cara y de incierto futuro al desconocerse su eficiencia a largo plazo, y por el avance de otras tecnologías alternativas. El equipo de gobierno pretendió echar adelante esa inversión estratégica tratando de cuadrar a última hora la votación a golpe de móvil, y habiendo encima de la mesa dos enmiendas que en sentido contrario cuestionaban el formato de inversión. Torpe política, vieja, desnortada y contraproducente para la ciudad.
Desde Ciutadans queremos hacer una reflexión sobre la polución que el conjunto de la flota de vehículos del parque municipal vierte a la atmósfera. La parte de los autobuses es muy importante, pero no se debe olvidar que la edad media de los camiones de recogida de basura es superior, y eso tiene un impacto mayor en el ambiente, por no hablar del incremento del coste de mantenimiento, el mayor consumo de combustible, y más incidencias que afectan al servicio de limpieza de la ciudad. Ciutadans propone hacer una reflexión más global y ofrecer una alternativa más equilibrada, más eficiente y más ecológica. Una propuesta que garantice una buena prestación del servicio de autobuses, que comprometa al equipo de gobierno en la renovación de la flota de Eco-Equip y que además sea más óptima económicamente, y reduzca el impacto medioambiental en su conjunto. Una alternativa quizá compleja pero más integral, con vocación de acuerdo.
“Aquí pensaban seguir jugando a la democracia y el pueblo que en su desgracia se acabara de morir”, así dice la canción de Carlos Puebla, el trovador de la revolución cubana, aplicable a cómo el PSC gobierna Terrassa (hagan abstracción del contexto, por favor). Ciutadans lo dijo en el primer Pleno de este mandato: “haremos una oposición constructiva”. Nuestra propuesta para los autobuses tiene en cuenta el medioambiente pero también el bolsillo de los ciudadanos, por eso criticamos la irresponsabilidad del resto de partidos que piensan que el ayuntamiento tiene una máquina de fabricar billetes; las inversiones tienen que ser rigurosas y realistas. Al PSC una última cosa “se acabó la diversión, llegó el Comandante y mandó a parar”.