Artículo de opinión de Javier González, portavoz de Cs Terrassa

Una oportuna encuesta que ha realizado Time Consulting bajo el encargo de la Fundació Mina, y que se hizo pública a finales de mayo, señala que el Parc de Vallparadís es la primera imagen que se le viene a la cabeza a una mayoría de tarrasenses y tarrasensas cuando piensan en su ciudad. Además, Terrassa es calificada ampliamente como una ciudad tranquila, acogedora, agradable, cómoda y familiar.

Casualmente, la presentación de los resultados de la encuesta coincidió con una reunión que mantuvimos en el Ajuntament con los responsables políticos y técnicos del parque. El objetivo por parte de Ciudadanos era poner de manifiesto nuestro interés por mejorar el Parc, explorar soluciones a necesidades detectadas, estudiar el desarrollo de sus potencialidades y expresar nuestro interés para que en los próximos dos años se le pueda dar un impulso presupuestario singular. Hay predisposición a trabajar en el tema y de hecho nos emplazamos a finales de junio para poner en común un primer análisis conjunto, antes de compartirlo con todos los que quieran sumarse a la iniciativa.

El Parc es sinónimo de éxito, su uso masivo en el marco de acontecimientos especiales como el Festival de Jazz, la Fiesta Holi o en Festa Major no debe hacernos olvidar que mantiene un uso intensivo a diario gracias a vecinos que van allí a pasear, a practicar deporte o a realizar otras actividades de ocio. A la vez que la crisis ha limitado las acciones de inversión y mantenimiento, la gente se ha ido apropiando de todos los espacios hasta el punto de que ahora sí se puede decir que el parque “va solo”. Sin embargo, a nuestro entender, hay que mejorar y ampliar instalaciones, abrirlo a nuevos usos y proporcionarle actividades las mañanas de los días laborables y en los meses de invierno. Es obvio que siempre se puede hacer más, pero honestamente sí que queremos abrir un debate que consideramos oportuno para darle un empujón en lo práctico, y también en una nueva reflexión sobre su identidad después de veintidós años desde que se inaugurara el primer tramo, y teniendo en cuenta tantas cosas como han cambiado a su alrededor.

Terrassa es una ciudad tranquila, así se manifiesta en la encuesta y no creo que haya razones para pensar lo contrario. Sin embargo, eso no puede ser excusa para el inmovilismo, ya que son muchos los retos a los que nos tenemos que enfrentar. Y en Ciutadans pensamos que el Parc de Vallparadís es uno de ellos.