Artículo de opinión de Javier González, portavoz de Cs Terrassa

En una encuesta reciente, el ochenta y tres por ciento de los consultados se declaraba estar bastante o muy satisfecho de vivir en Terrassa. La gente es optimista, sin embargo, cuando el entrevistador quiere detalles de la experiencia diaria y pregunta por los servicios municipales, el ciudadano medio frunce el ceño, y de ahí que el gobierno apenas supere el aprobado.

Impuestos, servicios y empleo siguen siendo los conceptos que engloban las principales preocupaciones de nuestros vecinos. En los dos últimos años, hemos sufrido la subida de la fiscalidad municipal, hemos padecido el deterioro de la limpieza urbana, y hemos sido testigos de cómo el desempleo hundía el ánimo de miles de familias. Ciudadanos ya lo advirtió al principio del mandato: “La elevada deuda de nuestro ayuntamiento iba a lastrar las políticas públicas”, y no nos hemos equivocado. Lo que no imaginábamos fue cómo el PSC y su socio independentista (ex Convergencia) iban a encontrar el apoyo de TeC y ERC para subir los impuestos en todas las ocasiones en las que han tenido oportunidad, o cómo el agujero en las cuentas públicas iba a impedir las inversiones necesarias para mejorar la limpieza y fomentar el empleo.

Impuestos, servicios y empleo seguirán siendo nuestras prioridades. El alivio fiscal a las clases medias y trabajadoras no puede demorarse más, el esfuerzo acumulado durante la crisis ha sido desproporcionado. El régimen de estabilidad establecido en los municipios y apoyado por Ciudadanos empieza a dar frutos, y ha llegado la hora de incrementar en los dos próximos años la inversión aplazada. El efecto inmediato podrá ser la generación de nuevas oportunidades para que los ciudadanos recuperen la confianza y la ilusión por el futuro.

Ciudadanos entiende que para aliviar la presión fiscal, mejorar los servicios y aumentar la ocupación, se tiene que proyectar una idea de libertad con el objetivo de que los emprendedores afronten el futuro con recursos y autonomía. La iniciativa privada, que genera valor y empleo, mejora los ingresos de las administraciones, redunda en una mejora de los servicios públicos y disminuye las desigualdades. Ciudadanos así lo cree a diferencia de los que piensan que, aislándonos de Europa y de España, o subiendo los impuestos y poniendo trabas a la iniciativa privada van a aumentar el bienestar general de nuestros vecinos.

Ya han pasado dos años desde las pasadas elecciones municipales, y Ciudadanos ha mostrado su oposición a subir el IBI para 2018 y 2019. Durante este tiempo, hemos sido imprescindibles  para que Terrassa disponga a partir de este verano de la mayor apuesta de la historia de la ciudad por el medioambiente con unos autobuses más modernos y ecológicos, y ha condicionado la política de inversiones de 2017 para tener una nueva línea de recogida de basura. A dos años de volver a elegir un nuevo alcalde, en Ciudadanos seguiremos defendiendo que la actividad económica solo se puede sustentar mediante una leal colaboración entre lo público y lo privado, un espacio de confianza que genere las inversiones que necesita nuestra ciudad garantizando el retorno social. En definitiva, desde Ciutadans Terrassa seguiremos trabajando para ofrecer una alternativa que tiene que ver con la libertad y el progreso.