Artículo del concejal de Cs Terrassa, David Aguinaga.
El problema número uno de Terrassa es el paro. Lo sabíamos, pero el Barómetro de Terrassa (abril, 2018) así lo ha confirmado. Para el 20% de los egarenses, su primer problema personal es “el paro y la precariedad laboral”; y para uno de cada tres el gran tema que más le preocupa es “el desarrollo económico y el empleo”. Un dato más: los dos aspectos que los egarenses puntúan por debajo de cinco son el aparcamiento y las oportunidades laborales que ofrece la ciudad.
Choca que esta preocupación tan acusada por cómo generar más y mejor empleo no se vea reflejada en los debates más frecuentes en el Pleno. Y, en cambio, todavía sigamos enfrascados en el sempiterno debate sobre el agua o sobre los políticos presos. Al final estos debates solo sirven para echar tierra sobre otros asuntos más importantes para la vida de la gente: empleo, vivienda, educación…
Desde Cs llevamos tiempo preocupándonos por el empleo en Terrassa. Primero lo hicimos impulsando una estrategia de ciudad destinada a la captación de inversiones (2015); más tarde presupuestando una acción destinada a combatir el paro de larga duración (2016); luego elevando el encargo al Consell de la Formació Professional para evaluar el impacto del programa de garantía juvenil en Terrassa (2017); y este año impulsado la ampliación del programa “Treball als barris” a otros distritos de la ciudad.
La iniciativa “Treball als barris” consiste en una batería de programas destinados a la inserción social y laboral de personas en dificultades: personas en situación de paro de larga duración, mayores de 45 años, jóvenes que ni estudian ni trabajan, personas carentes de cualificación profesional, etc. En la actualidad se está llevando a cabo en La Maurina y en los barrios del distrito 2 (Vilardell, Torre-Sana, Can Anglada y Montserrat).
El Grupo Municipal de Ciutadans considera que este programa debe extenderse a otras zonas de la ciudad. En particular, estamos proponiendo su ampliación a barrios del distrito 3 (Guadalhorce, Can Palet II y Can Parellada) y del distrito 6 (Sant Llorenç, Can Tusell, Egara y Can Petit), donde los informes municipales indican que confluyen una doble vulnerabilidad: ocupacional y económica.
Sin duda estos barrios no son los únicos castigados por el desempleo, pero para reequilibrar la ciudad y evitar la formación de bolsas crónicas de pobreza, urge llevar a cabo acciones focalizadas en aquellos puntos donde las necesidades son más acuciantes.
Las políticas activas de empleo se centran en grupos de personas con un perfil concreto brindando una oferta formativa ajustada a la demanda del mercado de trabajo. El ratio de inserción laboral es alto, porque los cursos (jardinería, rehabilitación…) no se eligen al azar. Hay un motivo más: la mera existencia de estos programas ofrece un horizonte vital que ayuda a escapar de la exclusión social. Sin empleo, no hay perspectiva de futuro.
Desde Ciutadans Terrassa seguiremos poniendo el empleo en la parte más alta de las prioridades de nuestra ciudad.