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Artículo del portavoz de Ciutadans de Terrassa, Javier González

Por primera vez en nuestra historia, la oposición política ha provocado que el gobierno de la ciudad acceda a iniciar el debate sobre cómo queremos que sea Terrassa durante los próximos quince o veinte años. Tenemos una oportunidad única para que la Terrassa del futuro tenga una mirada más heterogénea. Ese será el reto, y esa será su virtud.

En Terrassa el plan de ordenamiento urbano vigente (POUM) resulta anacrónico por su concepción y sus carencias, ya que se concibió pensando en una realidad que no se ha concretado y sin atender a cuestiones de accesibilidad y de medioambiente que hoy resultan incuestionables. Además, resulta un impedimento para el desarrollo al no completarse las expectativas que generó. Nos encontramos en una situación de bloqueo porque lo previsto no se puede hacer, y lo que hay que hacer no está previsto. El ayuntamiento trata de enmendarlo parcheando la situación, de modificación puntual en modificación puntual y tiro porque me toca…

Para Ciutadans, el urbanismo no es un simple negocio, es la planificación de los diversos lugares y ambientes en los que se desarrolla la vida cotidiana de los ciudadanos en todas sus manifestaciones, individuales y colectivas. Defendemos un urbanismo sostenible, que busque un equilibrio en el territorio, que tome medidas contra los excesos de la especulación inmobiliaria, que facilite el acceso al uso y disfrute de una vivienda digna, y que integre el entorno laboral con el comercial, residencial, escolar, familiar y de ocio.

Por ello apoyamos las ideas de la Conferencia de Río, primando los parámetros de crecimiento urbano que abogan por el modelo de ciudad compacta, frente a los proyectos de extensión urbana. Desde Ciutadans daremos prioridad a los proyectos de reforma de los centros históricos y dignificación de los barrios, en los cuales se deberán realizar operaciones específicas. Por otra parte, aspectos tales como la movilidad, la contaminación atmosférica, el ruido, los sistemas de limpieza o el tratamiento de residuos, inciden directamente en la calidad de vida de los ciudadanos, por lo que su estudio merece una atención especial.

Urbanismo, arquitectura y planificación urbana deberán atender la incidencia de factores conocidos que ganarán relevancia como la energía y el envejecimiento. Consideraciones que marcarán el futuro diseño del espacio público, y eso tiene que ver con la movilidad y el transporte, los servicios y los equipamientos y, por supuesto, el ocio, el comercio, la industria y la vivienda. Sin olvidar, una legislación general que deberá adaptarse a las necesidades y deseos de una ciudadanía más exigente, informada y participativa.

Estamos ante un reto que Ciutadans se toma muy en serio, un reto que deberá liderar el equipo de gobierno municipal pero que en nosotros podrá contar con un aliado, siempre y cuando consigamos entre todos eliminar las barreras que supone la planificación actual y poner las bases de una Terrassa más amable, atractiva para los de fuera, y donde los de dentro puedan vivir y trabajar sin que la ciudad signifique un estorbo.