“Terrassa, Ciutat Feminista” fue la propuesta presentada por el PSC en el pasado pleno de marzo. Una iniciativa que el Grupo Municipal de Ciutadans no apoyó en su totalidad, porque aunque compartiendo la lucha por la igualdad, contra la violencia de género, la no discriminación laboral, la defensa del colectivo LGTBI… entre otras, la moción nos pareció insustancial.
Rechazamos la etiqueta de Ciutat Feminista porque la propuesta en su conjunto nos pareció reduccionista. Presuponía adoptar que la visión que la ciudad tiene que tener sobre las desigualdades, que tienen como origen una visión sexista de la realidad, solo se pueden abordar desde la perspectiva del feminismo. Los problemas de desigualdad nos competen a todos y a todas, y desde la visión plural propia de las sociedades democráticas se deben articular las medidas de corrección que, desde un punto de vista político, sean las que vayan en la línea de producir un cambio de mentalidad sobre los problemas originados por una visión históricamente patriarcal.
Rechazamos la etiqueta de Ciutat Feminista porque la propuesta en su conjunto nos pareció banal. No aporta ninguna novedad desde el punto de vista práctico, la moción explicitaba un compendio de disposiciones que ya se trabajan y cuentan con un amplio apoyo social y político en Terrassa.
Rechazamos la etiqueta de Ciutat Feminista porque la propuesta en su conjunto nos pareció un panfleto propagandístico del PSC. Tenía mucho de autobombo, una moción que en definitiva partía del equipo de gobierno instándose a sí mismo a cumplir lo que de oficio ya debería estar cumpliendo, un absurdo político de un PSC sin ideas y de una Convergència sin rumbo. Todos nos abstuvimos salvo un incomprensible apoyo por parte de ERC.
Autoetiquetar a la ciudad de Terrassa como Ciutat Feminista no es más que una ocurrencia del grupo socialista, los ciudadanos en su conjunto debemos aspirar a lograr que nuestra ciudad sea un referente en políticas de género, tendentes a lograr la igualdad efectiva y eliminar toda violencia inherente a una situación indeseable. Desgraciadamente es eso, una aspiración; lo que no podemos hacer es caer en la tentación del nominalismo simplemente porque suene bien, trabajemos con seriedad señor alcalde.
Carmen Ortuño
Regidora del Grup Mpal. Ciutadans