Artículo de opinión de David Aguinaga, concejal de Cs Terrassa
La patronal CECOT ha informado de su adhesión al Pacte Nacional pel Referèndum (d´autodeterminació). Se ve que al Sr. Antoni Abad, presidente de CECOT, lo de votar sí o no a la independencia le parece el no va más de la democracia… Sin embargo, lo que el Sr. Abad no dice es si ha consultado con sus asociados la decisión que él solito ha tomado. Tal vez la consulta que ha hecho ha sido como la última que efectuó: enviar una encuesta sobre la independencia a sus asociados, esperar respuesta y luego extrapolar los resultados. A mí en la Facultad me dijeron que eso se llama “muestra autoseleccionada” y su valor estadístico es nulo.
La sociedad civil domesticada en Cataluña funciona así: unos cuantos deciden en nombre de todos y luego se llenan la boca de “democracia”. Pasó cuando el Colegio de Abogados de Barcelona se adhirió al Pacte y varios de sus colegiados denunciaron el acuerdo ante los tribunales. La resolución del TSJC, que obliga al Colegio a salir del Pacte, concluyó que la adhesión “tiene un marcado carácter político y esa posición política es asumida corporativamente”. Ahora la CECOT mete en el saco independentista a cientos de empresarios y comerciantes de Terrassa a sabiendas de que sobre este asunto hay pluralidad de pareceres.
¿Con qué derecho, Sr. Abad, se arroga usted la voz de sus asociados en este asunto? ¿Quién es usted para instrumentalizar la voz de sus asociados en favor de una reivindicación política? El Sr. Abad ha dado muestras en el pasado de un “servilismo bochornoso” en su relación con los postulados separatistas del Govern. Un servilismo que solo se entiende desde la defensa de sus intereses personales, pero no de sus asociados.
Ánimo, Sr. Abad, persevere en sus servicios al Govern. Un empujoncito más y seguro que lo nombran Conseller en agradecimiento a los servicios prestados.